
Un nuevo artículo de revisión escrito por las investigadoras Kiranpreet Kaur de Aker QRILL Company y Silvia Torrecillas, del RTA, analiza el impacto de los ingredientes a base de krill en diversas especies de acuicultura no salmónidas, como la dorada, la lubina o la tilapia o la platija (Paralichthys olivaceus), más específicamente, cómo las harinas y el aceite de krill pueden contribuir a la salud y el crecimiento de los peces, incluso con dietas bajas en harina y aceite de pescado.
Con la creciente demanda de productos del mar sostenibles y el aumento de la presión sobre las poblaciones de peces silvestres, recuerdan las investigadoras, “la industria acuícola busca cada vez más ingredientes alimentarios eficientes y eficaces que equilibren rendimiento, coste y sostenibilidad”. Y el krill se ha convertido en una de estas herramientas. “La harina de krill ofrece una combinación única de proteína altamente digestible, omega-3 unidos a fosfolípidos y compuestos funcionales como la astaxantina y la quitina”, explica la Dra. Silvia Torrecillas, coautora de la revisión. “Esto la hace particularmente valiosa en dietas para peces marinos sensibles a cambios en la formulación del alimento”.

MEJORAS EN EL CONSUMO DEL ALIMENTO, EL CRECIMIENTO Y EL FCR
La revisión muestra sólida evidencia respecto a múltiples especies en las que se demuestra que la suplementación con krill mejora consistentemente el consumo de alimento, la ganancia de peso y el coeficiente de conversión alimenticia (FCR). En algunos estudios, los peces juveniles alimentados con harina de krill crecieron hasta un 30 % más rápido, con mejoras en el FCR de hasta el 17 % en comparación con los grupos control. Este efecto se atribuye en gran medida a la palatabilidad del krill y a la biodisponibilidad de nutrientes, incluso con niveles bajos de inclusión. “En muchas especies acuícolas, observamos mejoras no solo en el crecimiento, sino también en la eficiencia de proteínas y lípidos, lo cual es crucial para la optimización de la alimentación”, afirma Kiranpreet Kaur, directora de I+D en Acuicultura de Aker QRILL Company y coautora del estudio.
MEJOR RESPUESTA INMUNITARIA Y RESILIENCIA AL ESTRÉS
Además del rendimiento, la harina de krill favorece la integridad intestinal y la salud hepática, especialmente en situaciones de estrés o cuando las dietas son bajas en harina o aceite de pescado. El estudio señala una mejor morfología intestinal, una menor acumulación de grasa hepática y una mayor protección de la mucosa, todo ello relacionado con el contenido de fosfolípidos, omega-3 y colina del krill. Varios estudios también muestran una mejor respuesta inmunitaria y resiliencia al estrés, incluyendo mayores tasas de supervivencia en condiciones de hacinamiento o exposición a patógenos. “Se ha demostrado que las dietas a base de krill ayudan a los peces a tolerar mejor los entornos estresantes y a fortalecer su sistema inmunitario. Este es un beneficio importante en la producción comercial”, añade Kaur.

SE MANTIENE LA CALIDAD DEL FILETES Y EL RENDIMIENTO PRODUCTIVO
La revisión reveló también que la inclusión de krill ayuda a mantener los niveles de EPA y DHA en los filetes, asegurando que el producto final siga siendo una fuente rica de omega-3. En las dietas de reproductores, el krill también contribuye a una mejor calidad de los huevos, el rendimiento de las plantas de incubación y la viabilidad larvaria en especies como la dorada o la tilapia del Nilo.
Dicho lo anterior, la revisión concluye que la harina y el aceite de krill pueden desempeñar un papel clave para permitir formulaciones de alimentos más sostenibles y resilientes para diferentes especies de peces en un escenario en el que la acuicultura continúa creciendo y diversificándose.
Referencia: Kaur K. y Torrecillas S. 2025 “Review: Impact of krill products on the growth, health, and fillet quality of farmed non-salmonid fish". Aquaculture, volumen 608, 30 de septiembre de 2025